Didáctica de la lengua
Dora Riestra
De los cruces entre las ciencias del
lenguaje y las ciencias del discurso en las últimas décadas del siglo XX
surgieron nuevos campos de estudio, nuevos objetos de investigación con diversos
sesgos, aun cuando muchas veces, parezcan ser los mismos objetos. Ha ocurrido
con las nociones de textos y discursos, que conllevan significados diversos y
hasta opuestos, según el enfoque disciplinar que las determine; estas
diferencias son un indicador de cómo está produciéndose el movimiento
disciplinar y, fundamentalmente, la discusión epistemológica entre los campos
que influyen en la transposición didáctica y, por lo tanto, en la enseñanza de
las lenguas.
Dentro de un panorama complejo, el enfoque del
interaccionismo socio-discursivo, que estudia la actividad de lenguaje en tanto
actividad humana que media las otras actividades, con los préstamos de la
filosofía, la psicología y la lingüística confluye en coincidencias
epistemológicas con las tesis del interaccionismo social (de Voloshinov y
Vygotski), herederas de posiciones materialistas que permiten analizar la
ontogénesis del pensamiento consciente por una parte y, por otra, con las tesis
saussureanas sobre la dinámica de los signos lingüísticos. En estas
coincidencias el objeto de estudio está centrado en los pasajes entre la praxis del lenguaje y los formatos del
discurso. El eje central propuesto por Bronckart (2007) es la explicación de
cómo se produce en el lenguaje la interacción entre los mundos colectivos de la cultura y
los mundos individuales de
conocimiento, y cómo éstos, siendo producidos por los primeros, a su vez,
pueden ser los que los transforman. Por lo tanto, en esta dirección, los tipos
de discurso, adquiridos socio-discursivamente en procesos de razonamientos
indisolublemente mentales y verbales,
evolucionan en la medida en que
van siendo transformados por la misma acción de lenguaje en el desarrollo de las
personas.